Presión social para ser madre: violencia encubierta

Tamara Falcó, conocida por ser hija de Isabel Presley y actualmente por ser colaboradora el Hormiguero, ha estado estas últimas semanas en el candelero. Me llamó la atención ver en Netflix hace un par de meses un documental dedicado a ella exclusivamente y quise darle una oportunidad, Tamara Falcó: la Marquesa, flipé.

Toda la telenovela gestada por la ruptura con su pareja me hizo darme cuenta de que no iba muy mal encaminada en mis cavilaciones tras ver algunos capítulos del documental. Más adelante escribiré un artículo dedicado exclusivamente al vínculo madre-hija que tiene ingredientes muy interesantes y aptos para un buen debate.

Nunca entendí el enaltecimiento público a Tamara en su separación, incluso ganó recientemente un premio a “Mujer del año”, pero creo que habla mucho de la sociedad disociada e infantilizada en la que vivimos. Recordé una frase que se me quedó grabada en la memoria del escritor, guionista y colaborador Bob Pop hace unos años en el programa Late Motiv de Buenafuente:

Pero hoy vengo a hablar de maternidad. Encontré un fragmento en este primer capítulo del documental en el que se muestra de manera directa la violencia velada que sufrimos muchas mujeres por la presión para ser madre.
Este fragmento de 30 segundos es un ejemplo de la poca empatía, cero tacto, poca comprensión y nulo respeto que las mujeres tenemos que soportar en diferentes situaciones, a pesar de la cada vez mayor concienciación.

En la escena la conocida periodista de la prensa del corazón, María Eugenia Yagüe llega a un evento y sin ningún tipo de pudor se planta en mitad del photocall donde está Tamara posando para las cámaras. Sin responder a su saludo la periodista le señala lo siguiente textualmente:

Me quedé helada. El organizador del evento le invita a salir del photocall para que los medios sigan haciendo su trabajo, sino seguramente hubiera continuado con su discurso.
Lo más inverosímil de esta escena es que seguramente la periodista no fue consciente de lo irrespetuosa de su actitud, de lo incómoda que estaba Tamara y en el fondo, estaría segura de estar haciéndole un favor.

¿Quién sabe si Tamara estaba intentando quedarse embarazada y no lo conseguía?
¿Y si ese era un motivo de discusión con su pareja? ¿Y si ella quería ser madre y tenía dudas o miedos de que su pareja no quisiera? ¿Te imaginas que ella o su pareja tuvieran problemas de infertilidad? Hipotéticos escenarios que no conocemos pero que podrían ser factibles.

La reacción de Tamara también es digna de analiza. Esa risa floja, de nerviosismo, de no saber cómo terminar con esa situación embarazosa, sin permitirse ser asertiva, ni directa ni grosera.
Por su educación, sus creencias o simplemente por el lugar donde estaba y sabiéndose grabada, tiró de su peculiar humor para salir airosa de una escena en la que estaba muy incómoda.

Recientemente la actriz Jenifer Aniston publicaba una entrevista a la revista Allure donde relataba el infierno que vivió durante años por el acoso de la prensa en cuanto a su maternidad.

Nadie era conocedor de su tratamiento de fecundación in vitro, mientras le acosaban con preguntas, le acusaban de poner su carrera por delante y ser uno de los motivos de las separaciones con diferentes parejas.

Confesaba, que a pesar de sufrir por no ser madre, alcanzar los 50 años había supuesto una liberación para ella. Acababa la lucha por intentar ser madre y no conseguirlo y el acoso de los medios por ese tema.

Link de la entrevista: https://www.allure.com/story/jennifer-aniston-december-2022-cover-interview