¿Qué les hace poderosas y libres a las protagonistas de la serie Intimidad?

La vulnerabilidad es un concepto que últimamente se escucha mucho en el ámbito terapéutico y del desarrollo personal. Pero lo seguimos asociando a debilidad o fragilidad, mientras los estudios y la experiencia demuestran lo contrario y la serie Intimidad (Netflix), da fe de ello: MOSTRAR TU VULNERABILIDAD TE CONECTA CON LOS DEMÁS Y TE HACE MÁS FUERTE.

La serie, inspirada en dos casos reales, comienza con una candidata a la alcaldía de Bilbao que ve tambalear su carrera política por la exposición pública de unas grabaciones practicando sexo con un hombre que no es su marido. Y por otro lado, con el suicidio de una joven que ha sufrido meses de acoso en su trabajo, al circular vídeos y fotos íntimas de su pasado.

Centrándome en los personajes protagonistas de Malen (vicealcaldesa), Begoña (hermana de la joven fallecida) y Alicia (inspectora), me hice la siguiente pregunta:

¿QUÉ LES ACABA CONVIRTIENDO EN MUJERES PODEROSAS, VALIENTES Y LIBRES DESPUÉS DE 8 CAPÍTULOS?

Pues, sobre todo, ser ellas en esencia, sin importarles las consecuencias. Dejar de intentar ser perfectas, ir soltando sus corazas, dejar de definirse como mujeres solo por su trabajo y atreverse a vivir y disfrutar a pesar de la complejidad de las circunstancias.

Intimidad comienza con Malen (Itziar Ituño), candidata a la alcaldía de Bilbao separada en secreto desde hace 4 años de su marido, con el que convive.
Es una mujer que se muestra hermética, polivalente y que aspira a gobernar una ciudad importante. Vive volcada en el trabajo y en no cometer errores por lo que se siente agotada.

Tras la publicación de las imágenes, Malen se mantiene fría y fuerte tanto en casa como en su partido y continúa con su candidatura a pesar de las críticas y puñaladas que recibe. No denuncia los hechos por miedo a seguir exponiendo su vida y parecer vulnerable.
Su marido y su hija sufren también las consecuencias del acoso. Alfredo, que no ha sido capaz de gestionar el poder de su esposa, huye a casa de sus padres al no soportar la “humillación” pública. Y June, por su parte, comienza a sufrir bullying en el colegio y se muestra distante, agresiva y entra en un bucle peligroso sin sus dos figuras de autoridad que la sostengan emocionalmente.

Por otro lado, nos encontramos a Begoña (Patricia López Arnaiz), una maestra de escuela que con casi 40 años no tiene claro su proyecto de vida. Se muestra cerrada a cualquier vínculo sentimental y no disfruta de la vida. Cuando su hermana Ane (Verónica Echegi) se suicida y comienzan con la investigación, la rabia le impulsa y decide volcarse en el caso de Ane para buscar justicia, sin importarle las posibles represalias.

Y Alicia (Ana Wagener), inspectora de policía, es una mujer respetada en otro mundo mayoritariamente de hombres, que trabaja por los derechos y libertades de la mujer. Convive con su pareja María, bastante más joven que ella, quien se encuentra en pleno tratamiento de inseminación artificial y que acaba abandonando a Alicia al no sentirse apoyada por ella en el proceso. La inspectora vive con miedo a que su vida personal perjudique su carrera. Teme que se haga pública su condición sexual y eso le perjudica en su relación.

Las tres son mujeres formadas y muy válidas laboralmente, que luchan por un cambio en la perspectiva de género en la sociedad. Malen y Alicia, ocupan puestos de trabajo asociados tradicionalmente a roles masculinos y aunque desde su posición intentan cambiar realidades, actúan con una gran coraza mostrándose inflexibles. Funcionan en piloto automático, desconectadas de ellas mismas, con un gran sentimiento de soledad.

La verdadera transformación de cada una de las protagonistas no llega con sus triunfos laborales, arriba al confiar más en quienes son y al afrontar sus miedos. Eso les permite sentirse más relajadas, ser compasivas también con las demás, favoreciendo así una auténtica empatía y sororidad.

Intimidad muestra también las consecuencias de negar cualquier tipo de vulnerabilidad y conexión con nuestra verdadera esencia en el personaje de Miren (Emma Suarez), madrina política de Malen.

Es una mujer controladora, perfeccionista, manipuladora, que solo piensa en el bien del partido. Vive en un estado de alarma y tensión constantemente.
En el pasado fue acosada por un político de su partido y por miedo a las amenazas y no dañar su carrera política, nunca lo denunció. Y para sobrevivir en ese “mundo de hombres” se convirtió en otro de ellos.